Mou le picó el ojo a Tito en la Supercopa del 2011 en la cual el conjunto culé resultó campeón. |
La querella criminal que el bufete Casa Paraula presentó en
febrero de 2012 ante el juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona contra
Mourinho y el Real Madrid por la agresión que el entonces entrenador merengue
cometió a Tito Vilanova el 17 de agosto de 2011 en el Camp Nou, será juzgada
por el Tribunal Constitucional.
Los hechos sucedieron en el partido de vuelta de la
Supercopa de España entre Barça y Real Madrid, disputado el 17 de agosto de
2011 en el Camp Nou, cuando el portugués metió un dedo en el ojo al entonces
adjunto de Guardiola, quien le respondió con un pescozón en la nuca.
En su día, la Federación Española de Fútbol sancionó con dos
partidos a Mourinho y con uno a Vilanova, aunque ninguno de los dos cumplió el
castigo por cuanto fueron admnistiados por el presidente del ente, Ángel María
Villar.
Oriol Casals, el abogado que promovió en su día la denuncia
por estimar que la actuación de Mourinho era "una agresión, lo que es un
delito público", se apartó de las consideraciones deportivas y advirtió
que llegaría hasta el final por entender que el hecho merecía "atención
social".
"A nivel jurídico, está clarísimo que los hechos están
tipificados en el artículo 617.2 del Código Penal: el que golpeare o maltratare
de obra a otro sin causarle lesión será castigado con la pena de localización
permanente de dos a seis días o multa de 10 a 30 días", afirmó Casals
explicando la razón por la cual interpuso recursos varios cuando se quiso no
admitir su querella a trámite.
De ser considerado culpable por el más alto tribunal del
estado español, Mourinho podría ser castigado con hasta 30 días de multa que,
de acuerdo a los ingresos del portugués en el Real Madrid, podrían suponer
hasta "un millón de euros".
En el último recurso presentado ante el Tribunal
Constitucional, el abogado alegó "vulneración de los derechos
fundamentales susceptibles de amparo, falta de motivación en que los hechos
habían prescrito, resolución contradictoria y el interés constitucional porque
el asunto trasciende el caso concreto".
El Tribunal Constitucional deberá ahora pronunciarse sobre
la admisión y el interés constitucional del caso, que en opinión del abogado
"debió haberse solucionado en su día con una multa ejemplar a
Mourinho" y que en cambio, dos años después sigue sin solucionarse con el
coste que todos estos trámites suponen para la Administración de Justicia.
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