miércoles, 27 de marzo de 2013

Triste empate en el Azteca y el Tri sigue sin ganar


José Manuel de la Torre estuvo de pie durante todo el partido.
Foto: Mexsport




El Tri sigue sumando de un punto y pone en riesgo el Mundial de Brasil 2014. 

Lo que parecía ser un campo de rosas, se esta convirtiendo en un camino lleno de baches para José Manuel de la Torre y la selección nacional. Mal arbitraje, falta de contundencia, presión de la prensa entre otras cosas es lo que a afectado al Tricolor que sigue sin ganar y se encuentra en el 5to lugar de grupo con tres puntos resultado de tres empates y diferencia de cero goles. El Chepo apareció al filo de su área técnica, con el rostro descompuesto, lanzando un sinfín de indicaciones y manotazos, mientras buscaba al cuarto árbitro a quien se cansó de reclamarle las decisiones del juez central, quien dejo de marcar un claro penal sobre Javier Aquino, en un pobre partido con pésima actuación del combinado mexicano el partido concluyo sin goles 0-0, resultado favorable para el conjunto de las barras y las estrellas y resultado que aumenta la presión al representativo mexicano que sigue sin ganar. 


Y la actitud del Chepo sólo fue el reflejo de lo que sucedía en la cancha, con 11 futbolistas mexicanos que arrinconaron a su adversario que seguramente se retiró del inmueble agradecido con los delanteros aztecas, quienes desperdiciaron al menos tres oportunidades y con los árbitros que dejaron pasar una pena máxima en la segunda etapa.

A la par de los manoteos del entrenador local llegó la imprecisión de sus futbolistas, quienes conforme percibieron más cercano el final del encuentro comenzaron a desesperarse, a errar servicios, perdonar frente al marco, en unas ocasiones abierto, a presentir otro doloroso empate en casa, sitio en el que hasta la eliminatoria anterior era imposible que dejaran ir puntos.

Anoche, De la Torre fue desdibujando su rostro de a poco. Primero con la falla de Javier Chicharito Hernández en la primera mitad, cuando estaba dentro del área, frente al arco y terminó por mandar un disparo por encima del travesaño. Después, y en repetidas ocasiones, sus brazos acompañaban su gesto de molestia, preocupación, ansiedad, cada vez que Javier Aquino se equivocaba al enviar sus servicios.

Para el segundo tiempo, con la presión del reloj en su contra, y con unos estadounidenses bien parados atrás, mientras los seleccionados mexicanos comenzaban a contagiarse de la ansiedad de su entrenador, Chepo ya lucía sudoroso, sin importar la fría noche que se sintió en la capital mexicana.
Cerca del final, José Manuel tuvo que frenar el festejo en dos ocasiones, siendo la más clara la segunda, en un disparo de Carlos Salcido que desvío Chicharito y que el arquero evitó se convirtiera en la anotación de la primera victoria del hexagonal.
Fue hasta que el árbitro dio por terminado el partido cuando Chepo cambió su posición, le dio descanso a sus brazos, bajó el rostro y finalmente corrió a detener a sus futbolistas, quienes se querían comer vivo al juez central, quien dejó de marcar un penal pero que no fue responsable de la nula contundencia y poco desequilibrio tricolor que tras tres jornadas disputadas hace ver incierta la calificación al Mundial.
Redactado por: Jorge Emmanuel.

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